En este artículo (que tiene ya más de un año), Pedro Jiménez resume algunos de los choques entre la idea tradicional de plataforma educativa e Internet como espacio de aprendizaje. Las plataformas educativas tienden a restringir el potencial educativo que puede ofrecer Internet, pero siguen existiendo, posiblemente por el peso de la estructura educativa en la que se encuentran.
..hay un gran conflicto de autoridad, la tecnología democratiza más de lo que le gustaría a los formadores. Por tanto el formador se construye un escudo: la “plataforma educativa”
…basan su lógica en la desconfianza entre el alumnado y el profesorado. La plataforma existe para marcar distancias, la misma distancia que existe entre la tarima del profesor universatario y su alumnado.
Lo que está claro es que la plataforma se diseña para conseguir resultados objetivables. La plataforma educativa basa su modelo comunicativo en las teorías conductistas y aleja los avances de la pedagogía crítica en materia de comunicación.
…no tenemos que entrar a una plataforma con “paredes de hormigón”, para empezar a recibir educación. ¿tiene sentido que si ya usas correo electrónico no puedas usarlo para la plataforma educativa? ¿tiene sentido que tengas una contraseña hiperlarga y no sé cuántos muros de diversos tipos para poder comunicarte con tus compañeros?.
..la educación en internet sería mucho más rica si fuese abierta, colaborativa y participativa. Tendríamos que pensar en una educación basada en el Software Libre y en el movimiento copyleft. Compartir es educar. Las competencias y habilidades instrumentales no pueden ser un obstáculo.
Hola, Lola:
El tema no deja de ser interesante y me parece pertinente.
Creo que no se puede generalizar que las plataformas educativas restrinjan el potencial educativo de Internet.
Eso depende de muchas cosas, y desde mi punto de vista, en una educación totalmente a distancia, se hace más necesario el uso de ellas. ¿Por qué? Porque a través de las plataformas podemos, por ejemplo:
– registrar y mensurar las entradas de los participantes, la cantidad de tiempo gastado dentro de la plataforma, el IP utilizado, el camino seguido, las interacciones realizadas, etc. Esos indicadores nos ayudan a evitar posibles fraudes y a evaluar a los participaciones.
– aplicar determinados tipos de tareas y evaluaciones más cerradas, además de las tradicionales interacciones más abiertas a través de foruns, chats, etc.
– Algo muy importante. En el plano psicológico, los participantes saben que entran en un ambiente de aprendizaje y saben que existen determinadas reglas y comportamientos que no son necesariamente iguales a los comportamientos evidenciados en una red social abierta, usada normalmente para otros fines.
– Para EaD se pueden usar muchas cosas, desde una sencilla lista de discusión, un blog, etc., pero no cabe dudas que las plataformas educativas pueden tener todo eso dentro, o también usarse otros recursos externos.
Bien, el tema es complejo, pero creo que depende mucho de los objetivos y tipo de curso; si es educación semi-presencial o totalmente a distancia, duración del curso, etc.
Espero no haberte cansado con estso comentarios hechos al vuelo y sin pensar mucho.
Saludos desde Brasil.
Hola Gonzalo, gracias por tu comentario.
Yo no tengo nada en contra de las plataformas educativas en sí. Pero en muchos casos lo que yo me he encontrado, sobre todo desde el punto de vista de alumna, es que ponen barreras ante lo que el alumno quiere y puede hacer, en plan «aprende hasta aquí» o «lo que no quepa aquí hazlo fuera, no cuentes nada a nadie y no vale».
Por otra parte, lo que tú argumentas como ventajas es lo que yo veo que precisamente restringe más el potencial que estas plataformas (o entornos), y la educación en general, podrían tener.
El potencial de aprendizaje en Internet es mayor que el de una estructura tradicional basada en cursos y tareas y evaluaciones cerradas, como dices.
Mi postura es que la educación, ya sea online, semi o presencial tenga en cuenta que el aprendizaje ocurre en ambientes abiertos, y que no está acotado a las circunstancias de un curso. Y que la manera de aprender en un curso no debería ser diferente y estar tan separada de la que tiene lugar fuera de éste.
Un saludo
Lola:
El problema es que en el fondo no dejas de tener razón en lo que dices.
Tal vez te parezca curioso, eso que te digo, ¿verdad? Pero creo que el contexto y objetivos del curso sí influyen. A mi modo de ver, no es lo mismo en un curso corto o libre utilizar actividades donde se usen las vastas posibilidades existentes en y a través de la Internet, mientras que otra cosa será administrar un curso universitario a distancia para cientos de personas y durante varios años, donde habrá que usar (sin dudas) todas las herramientas y estrategias didácticas necesarias, para variar, incentivar, dinamizar y velar por el cuidado con la calidad del proceso como un todo.
No me opongo a lo que dices, apenas relativizar el asunto.
Saludos,
Gonzalo